En esta campaña en redes sociales de la Comisión para la Protección de los menores, hemos puesto el acento en la necesidad de prevenir a través del buen trato y de proporcionar “habilidades para la vida” a niñas, niños y adolescentes.

Las habilidades para la vida promueven un comportamiento más saludable consigo mismo y hacia los demás, y también el bienestar general, la convivencia pacífica, el fortalecimiento de valores y la capacidad para reponerse y buscar ayuda ante las adversidades. Tiene un rol importante en la prevención de diferentes tipos de violencia (prevención “inespecífica”).

Se aprenden principalmente a partir de la convivencia, de la interacción social y de la observación. Por eso es importante que los adultos que tengan relación con  niños y adolescentes, principalmente en la función de cuidadores y formadores, promuevan su aprendizaje.

Habilidades para la vida son, por ejemplo, el autoconocimiento, la empatía, la capacidad de comunicación efectiva o asertiva, el pensamiento crítico, el manejo adecuado de emociones y sentimientos, la capacidad para la toma de decisiones, destrezas para la solución de problemas y conflictos, el manejo de la tensión y el estrés, el pensamiento creativo, entre otras.

En la prevención también es importante avanzar hacia una cultura y pedagogía del “buen trato”.  Hablar de “buen trato” es proponer una pedagogía preventiva que vaya más allá de la ausencia del maltrato.

Esta pedagogía exige la necesidad de traducirse en gestos, una forma concreta de mirar a la persona, la fe y la vida, y el modo de actuar en ella. Se trata de reconocer a la otra persona como “prójimo” que requiere de mi cuidado. El buen trato se promueve a través del vínculo, en la forma sana y madura como nos relacionamos, en entornos eclesiales donde los niños se sientan protegidos y las familias.

Todo clima positivo protege del efecto dañino de las relaciones y los contextos vulnerables de abuso; además, otorgan parámetros que permiten neutralizar el abuso de cualquier índole. Lo contrario al buen trato son los climas de relaciones que promueven contextos abusivos.